Para ir al inicio pincha mi nombre:

Irmina

¡Ya!

Siento el frío metal reluciente,
lo siento sorprender mi cuerpo.
Sólo el tiempo importa ahora,
sólo él es mi enemigo,
a él sólo me enfrento.
¡Ya!
Ya roza mi piel la brillante arma.
Poco a poco se hundirá
el mortífero filo.
Un poco más…
Penetrando está la espada:
su punta la carne vence.
No poseo escudo ni defensa.
No tengo más que la vida
y el tiempo que no contengo.
Será menos de un segundo
lo que dure este momento.
Me atraviesa el acero.
¡Ya!
Un chorro escarlata brota:
color del tiempo que escapa.
Florece la espiga.
El sol se llena de invierno…
El sol…
¡Ay!, porque ya las edades todas
pasaron por mi vida dejando el alma
cual cendal mecido por el viento.
error: El contenido está protegido