Para ir al inicio pincha mi nombre:

Irmina

Silencio

Silencio…
Sólo silencio, silencio, silencio.
Nada oigo, nada escucho, nada siento;
nada sino silencio, silencio, silencio.
Jamás sabré cómo te engañó la muerte,
cómo te arrastró tan hábilmente
y te guardó consigo para siempre.
¡Ay!, que tan breve sea la vida que se vaya,
como el fugaz pensamiento se vaya,
y que no vuelva, un día —nunca vuelva—,
a darte otro momento…
Silencio…
Sólo silencio, silencio, silencio.
Nada oigo, nada escucho, nada siento;
nada sino silencio, silencio, silencio.

error: El contenido está protegido