¿Qué verdad?

Se encontrará con tu verdad
la mía, en un absurdo lance,
ambas dispuestas a enfrentarse.
Tu verdad será racional, lógica,
geométrica, rigurosa, axiomática.
Estará matemáticamente hallada.
Mi verdad será filosófica, abstracta,
profunda, dilatada, paradójica,
hartamente meditada y escrutada.
Estará sometida a lo palpable y vivido.
Tu verdad será rotunda, escueta,
metódica, calculada, medida,
logarítmica, exponencial, demostrable.
Será prevista pero no augurada.
A tu verdad la llamaré Teorema.
Mi verdad será absoluta, disonante.
Será intuitiva pero lúcida y consciente.
Será tan debida a ella misma
que no hallará afinidad alguna.
A esta verdad la llamaré Fundamento.
A tu verdad se llega en línea recta,
de manera uniformemente acelerada,
por un camino corto, llano, silencioso,
donde crecen los fractales girasoles
y la hierba fresca y renovada.
El camino a mi verdad es cartesiano
y desconcierta. Pero en él brotan
altísimas hortensias, solitarias malvas,
dorados crisantemos, la mágica aster.
Ambas verdades niegan ser mentira.
Mas ni la ciencia de una demuestra,
ni la inspiración de la otra persuade.