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Irmina

Mi corazón

Pongo mi corazón entre los lilos,
pues lleva el rastro del Poeta y de la Muerte
(juego con él al escondite
mientras pienso en lo lírico del tiempo,
en lo barroco de mi existencia,
en lo excesivo de mi historia).
¡Cómo se encendió mi corazón un día
y fue a incendiar el mundo entero!
Ardiendo estaba siempre, como un sol
en el vacío de la penumbra.
Puse mi corazón entre los lilos,
pues llevaba el rastro del Poeta y de la Muerte.
Alumbraba al pequeño alción la Luna:
era redondeada su piel de azucena;
era hermosa porque tenía el poder
de lo divino, de la noche, del silencio.
Pero yo quiero recuperar mi corazón,
sentir que en el pecho abrasa
y que se abre bajo la oscura niebla,
sobre el perverso y receloso Mundo.
Pondré mi corazón entre los lilos,
pues lleva el rastro del Poeta y de la Muerte.

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