¿Espejismo?

Miente, Sombra amada, miente.
Esta verdad que dices, que es engaño,
me hace falta. Y reverbera, convulsiona,
vibra como un trueno en la tormenta
la memoria: esa que tú has olvidado,
esa que tú has menospreciado.
Dices que espejismo o fantasía
o absurdo o desorden es. ¿Qué es?
Ay, la luz al romper de la mañana
es la luz que rompe el alma…
Ay, la verdad de la mentira
es la pica que se clava tan profunda
que nunca su daño se amenora.
Miente, Sombra amada, miente.
¿Es consecuencia del gris el negro?
¿Es consecuencia del negro el gris?
Miente, Sombra amada, miente.
Pensaba que yo, la cuerda loca,
la loca cuerda lo estaba del todo: ¡loca!
¡Pero no!
Es que tus bromas y desdenes,
cual aves de verdugas garras
se habían posado sobre mí.
Y luego tú (o yo o ambos)
en un «Anda, levanta y recomponte»,
oh, Sombra amada, me has tenido.
¡Desconfío!
Pero miente, Sombra amada, miente.