Para ir al inicio pincha mi nombre:

Irmina

¿Epílogo? Esperado inesperado final

«La muerte de Aleth indica mi pronta e irremediable muerte». «La existencia de Aleth es garantía de mi propia existencia». Salvo que yo deseara morir, que como ha quedado manifiesto no es el caso, resulta necio pensar que pude haber matado a Aleth Stadepole. No deseaba morir. No deseo morir. ¡Yo no maté a Aleth Stadepole! Mi vida dependía de su vida. Mi vida depende de su vida.

Tras declarar bajo juramento ante el Tribunal Penal de Londres, sus señorías han dictado sentencia. Me hallan culpable de asesinato, por lo que seré ejecutado en la horca. He de admitir, sin reserva ninguna, que este dictamen no puede ni debe ser cuestionado. ¡No, no hay más resolución que esta resolución, no cabe más explicación que esta explicación, no hay más final para mí que este inesperado esperado final! A pesar de la investigación judicial y criminalística llevada a cabo durante meses, a pesar del sincero y veraz testimonio ofrecido ante el Tribunal, a pesar de mi alegato de descarga final y, en definitiva, a pesar de mi completa inocencia este es mi auténtico y verdadero destino —lo conozco—. Puesto que Aleth ha dejado de existir, yo también dejaré de existir. Sólo es esta la conclusión a la que puede llegarse. La búsqueda, al fin, ha terminado.

Otra vez sobre las olas.
Tú sobre las olas.
Al mar, al mar regresaste.
¡Amor del mar!
¡Aleth to the end!
Aleth to the end…

error: El contenido está protegido