Sueñen… Sueñen sus ojos de nuez
un meditabundo y convencido sueño.
Invente… Invente su frente de mármol
lo que otras frentes siquiera concibieron.
Y ahora, ahora sus manos, sus manos
dormidas sobre el pecho
como aves se levanten. Sus manos,
sus manos como aves se levanten
y tan lejos a la niña lleven
que sólo en la nieve de su blanco cuello
se pueda sentir el blanco frío del invierno.
Dancen… Dancen sobre las tinieblas,
dancen locos sus locos pies desnudos.
Sus locos pies desnudos dancen hasta el alba.
Hasta el alba dancen sus pies desnudos.
Cualquier temor, cualquier temor se esconda
como se esconden las sombras en la noche,
como se esconde en la risa la tristeza.
Cualquier temor, cualquier temor desaparezca.
Cualquier temor desaparezca de sus sueños,
como si yendo a morir el alma se soltara,
como si yendo a morir se fuera el alma
y saltara de la frente pensativa a la conciencia.