El cielo que nos une, techumbre entretejida
con el estambre de la vida, se nos rompe.
Se nos rompe el cielo sin remedio.
El sol de nuestro cielo es frío.
Su azul pequeño y desteñido.
Sus nublos huecos.
Cuadrada es su luna.
De piedra están hechos sus pájaros.
El cielo que nos une es tan confuso
y tortuoso que no podemos explorarlo.
Sus dioses insensibles lo maldicen cada día.
El trueno lo tremola.
Lo quiebra el rayo.
Nunca sus estrellas centellean en la noche.
Nunca el cielo que nos une nos cobija.
Se nos rompe. Se nos rompe.
Se nos rompe el cielo sin remedio.