I
Dame del bermejo vino, amiga mía,
así echaré a rodar como las piñas
que han caído en el camino.
¿Recuerdas cómo nos las lanzábamos
cuando no pensábamos en nada?
Eran nuestras bombas vegetales.
Podíamos morir mil veces;
mil veces bajo un cielo sin dueño,
bajo el infernal sol del verano,
bajo el volar azulado de las aves.
La vida era eterna entonces.
II
En esta roca, amiga, siéntate.
Aunque vayamos vestidas de guipure,
ven, siéntate conmigo.
Leamos.
Porque no admiro a Catulo
—te lo digo cada día—,
a pesar de tener sus versos en mi boca,
me has venido criticando el gusto.
Dices que me rechinan los dientes.
Créeme, ya nada me convence.
Tampoco antes,
pero en mí había un ápice de paciencia.
Oh, mi pobre Catulo, a quien tanto agravio.
¿Cómo este corazón obstinado no aprende?
A veces soy perversa, dices…
¿Quién infringe más daño, tú o yo?
III
Mira, ya el fanal en lo alto está alumbrando.
El mar arrastra olas y estrellas de berilio
y la luna resplandece con un blanco plateado,
diría que infinito, casi imposible de entender.
Tú y yo poca cosa somos en este universo
al que hoy hemos llegado sin pretenderlo.
Pero aquí estamos.
Acerquémonos a la orilla:
paseemos como dos buenas amigas a lo largo de la playa,
dejemos que el agua bañe nuestros pies descalzos
y salpique con su espuma nuestras almas.
El fresco de la noche nos revivirá.
Que nada nos importe ahora.
Entre sombras y luces se disipó el tiempo,
se nos fue yendo como por equivocación,
lentamente pero sin descanso.
Quizá haya ocasión de encontrarlo,
de revertir su perversidad inmensa.
Sabes que a nada que nos descuidemos
la soledad vendrá a buscarnos como loca.
Ni por ensalmo he de curarme.
Total, para morir…
Más de una vez pusiste el grito en el cielo
por mis salvajes miedos y mis sentimientos,
ay, por esos fantasmas que llenaban mis sueños,
por esas sombras que jamás palidecían.
¿Pero de qué sirvieron tus francachelas?
¿Acaso ahora no caminas junto a mí?
¿Acaso no lloras por tu lejana juventud?
¿Acaso no buscamos las horas que se fueron?
Mira, ya el fanal en lo alto está alumbrando.