Para ir al inicio pincha mi nombre:

Irmina

Alfombras a tu paso

Alma, minúscula velera, cierta velera de mi vida.
Velera, velera, en la tempestad doblemente mía.
Huidiza y deslumbrante como el rayo milagroso.
Rodela, rodela en el espejismo de la vida,
cubriendo mi pecho que de alondras se ha llenado.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
 «Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

Alma, mi alma, puntal de la existencia, puntal.
Rueca que sus hilos de oro va hilando.
Médula de hierro que con viento se ha forjado.
Lucerna, lucerna por donde busco la mañana.
Tendal de seda donde los sueños derramados.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
«Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

Mi alma, toda, extremada teja bajo la tormenta.
Mi adornada y fiel adarga que sostengo.
Mi flor ballesta, mi yelmo de acero para el sentimiento.
Puente, la puente que a lo eterno me regresa.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
«Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

Mi alma mía, clavija que tensa el pensamiento.
Mentira, mentira sueño, rosa de los vientos,
rosa, viento, cielo, luna, luna, luna, árbol templo,
sol planeta, hilo cuerda, alambre hueso,
pálida ánfora que entera me contiene.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
«Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

Mi alma de bronce terciopelo, mi arista centinela,
mi esquena testa, mi risco hollejo, mi cinto desatado.
Mi alma mía buena, mi viejo manto escapulario,
mi lumbrera abierta, mi lado sien, mi fuego lluvia,
mi hueco lleno, mi castillo presa, mi azur ocaso.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
«Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

Alma, mi lugar de vuelta, mi tierra patria, mi calda hielo,
mi ardiente nido de ababoles, mi camino astro,
mi sangre alumbre, mi llave reja, mi mundo mundo,
mi madre padre, mi niña helecho, mi niño piedra.
Pero hoy se ha estrellado rabiosa y se ha rompido.
Y yo, inocente, he dicho:
«Alfombras a tu paso y cítaras sonando».

error: El contenido está protegido