Yo soñaba con vosotros cada día (cada día sueño).
Ese es el sueño más verdadero y fabuloso,
pues verdadero es lo que se muestra sin engaños
y fabuloso es todo aquello fuera de lo normal.
Arrimaos más a mí,
vosotros que siempre habéis estado tan cerca,
arrimaos y besadme con besos blancos pero hondos.
Voy cubierta de fustán que ajusto con una pretina
para que el severo frío no pueda dañarme,
pero más, más me arropáis vosotros que cualquier abrigo.
¿Cómo, ahora que los años me desgastan sin piedad,
he venido a aprender de vuestras enseñanzas?
Más amor que dolor refleja el corazón
al saber que el tiempo pena con su paso toda vida
que se cruza en su camino.
Hemos acordado sin saberlo una vida eterna.