A buscarte vendrán,
con alados cuerpos de luz,
tan pronto como puedan
los ángeles vendrán.
Envueltos en cendal de aire,
con sus huesos transparentes
y sus voces invisibles
a buscarte llegarán.
Se abrazarán a ti
con el sigilo sacro de la muerte
y verterán sus risas silentes
de un lado al otro de tu alma.
A buscarte vendrán
cien ángeles a un tiempo
a colmar de cálido aliento
tu fatigado último aliento.
Sus manos vaporosas
entornarán al fin tus ojos.
Llevarán lejos las sombras.
Acallará el ímpetu del corazón.
Cruzarás la puerta de la vida.